Posted by Expresion Noticias in
Matías Romero (Colaboración).- El mes de
Septiembre es mes de fiesta cívica para los mexicanos, se considera mes de la
patria, no sólo por la Noche Mexicana, sino por los hechos importantes ligados
a la lucha por la libertad acontecidos durante el mes de septiembre, en el año
de 1810.
En
este mes, recordamos a hombres que fueron considerados héroes, hombres como Ignacio
Allende, José Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, Juan
Aldama, José María Morelos, Miguel
Hidalgo, Vicente Guerrero, Agustín de Iturbide y Guadalupe Victoria, entre
muchos más que pelearon, dirigieron y murieron por sus ideales.
Y
ciertamente, cómo lo expreso en este escrito, fueron hombres. Hombres como
cualquiera de nosotros. Por lo tanto, con vida propia, con defectos, con
ambiciones, con deseos. No fueron Santos, ni tenían súperpoderes. Pero fueron
líderes, tenían ideales, buscaban algo mejor.
Desde
que, a través de los medios de comunicación, de las propias cátedras de los
maestros o de los mismos libros de textos se desvirtúa el papel de estos
hombres cuyo rol conformaron parte de nuestra historia. Desde que se puso mayor
relevancia a sus deseos personales, a sus defectos o a sus debilidades como
seres humanos. Desde que Vicente Fox como Presidente de la República relegó la
importancia de nuestras fechas históricas para convertirlas en “fines de semana
largos”. Desde que los maestros aceptaron que el 21 de Marzo se conmemore el
19, 20 ó 22 de marzo, o que no exista el desfile del 20 de Noviembre. Nuestros
jóvenes, nuestras nuevas generaciones, no tienen ejemplos a seguir, no ven con
admiración a estos personajes, no reconocen el honor, se olvidaron del civismo,
desconocen de la historia de México, personajes y fechas importantes. Saben más
del Día de Gracias norteamericano que del 18 de Marzo de 1938.
Los
nuevos adultos no saludan al lábaro patrio, no se descubren la cabeza, no se
saben el Himno Nacional, eso sí, se sienten muy mexicanos. Aceptan que el que
no tranza no avanza. Gritan ¡Viva México! Y le agregan la palabra de la cabra
en plural.
Recuperar
el civismo para forjar generaciones responsables, respetuosas, que valoran su
patria y saben que el crecimiento y el desarrollo no se logran robando
gasolina, extorsionando o plagiando a otros. El civismo nos hace conocer y
respetar las normas para la convivencia, valorar y ejercitar conceptos como la
justicia, libertad y honradez.
No
hay mejor forma de celebrar el llamado mes de la Patria que asistiendo al izamiento
y arrío de bandera. Mostrar respeto por nuestro lábaro patrio, cantar con voz
muy alta y con orgullo nuestro Himno Nacional, saludar con firmeza durante el
homenaje. Asistir a los diferentes actos cívicos de este mes. Conocer nuestra
historia, pasajes importantes, nombres y fechas. Enseñarles a nuestros niños,
enseñarles con el ejemplo. Disfrutar de ser mexicano, de Septiembre, del
civismo y también, pero sin excesos, de la Noche Mexicana; sin que sea el
pretexto para perderse en el alcohol, sino para resaltar los méritos que
tuvieron esos hombres, esas mujeres, por quienes hoy disfrutamos de libertades,
garantías, derechos y obligaciones, que nos hacen una nación poderosa. Ahora,
sólo nos resta a nosotros, como hombres, con vida propia, con defectos y
virtudes, participar, hacer, engrandecer y con nuestras acciones mejorar el
país llamado México. ¡Viva México!¡Viva su gente orgullosa de su
historia!¡Vivan nuestras costumbres y diferencias!¡Viva nuestro ejemplo que
dará la ruta de comportamiento para las nuevas generaciones de mexicanos!¡Viva
México!¡Viva nuestro país grande, fuerte y poderoso!