Posted by Expresion Noticias in
En las primeras siete entradas parecía que los ruleteros se imponían a los profesores; pero un golpe de suerte parecía darle la vuelta al marcador.
Alberto Bencomo se molestaba con sus compañeros los Alcoholímpicos, tras 7 entradas sin suerte y les exigía mayor rendimiento, ante la risa de Eucebio Trinidad, quien le pedía calma.
Ni las indicaciones de Jesús Aragón parecían darle motivación a los Alcoholímpicos que no podían dar crédito a la ventaja de los taxistas