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Oaxaca (Antulio López).- La visita del candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI); Enrique Peña Nieto, se vio empañada ante las manifestaciones de un grupo de jóvenes, que se identificaron como Appistas y de VOCAL, además la exigencia de la juchiteca Lupita López Lena quien denunciaba que Angélica Rivera, esposa del candidato se había llevado sus joyas y un traje de tehuana que le había prestado en la última visita de la pareja por el Istmo de Tehuantepec, así como por el conato de violencia en contra de un reportero gráfico.La agenda del priista se cumplió, pese a algunos atrasos, y es que todos los líderes estatales querían asegurar su cercanía a quien, aseguran, será el próximo Presidente de México.
Aseguran que en su recorrido por la entidad; al candidato priista le llovió, le tembló y hasta le gritaron “asesino”; las mismas bases priistas aclararon que estos “inconvenientes” es resultado de la propia fractura y pugna al interior del tricolor.
Después de realizar una guardia de honor en Guelatao en honor a Benito Juárez, ya en la capital oaxaqueña, comió con algunos líderes priistas, integrantes de su estructura, a quienes les habló de unidad.
Pero ya más tarde, antes de su partida hacia el Distrito Federal, Peña Nieto sostuvo una reunión cerrada con los ex mandatarios José Murat y Ulises Ruiz; aseguran que el candidato priista estaba molesto ante algunos percances de su primera gira proselitista por Oaxaca y, ante Eviel Pérez Magaña, les exigió el trabajo conjunto para lograr el triunfo de su partido en Oaxaca.
