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Matías Romero (Norma Guzmán Sibaja).- Pasajes de la Historia de Matías Romero. 6 de Octubre, a 80 años del asesinato de Don Daniel González Martínez; 65 años de que la logia masónica entregara al municipio de Matías Romero, el busto que hoy luce de este distinguido ferrocarrilero en el parque central, que en su honor, lleva su nombre.
El
parque municipal de Matías Romero, varias veces modificado, lleva el nombre de
un ferrocarrilero: Daniel González Martínez, un personaje que, para comprender
su historia, debemos referirnos a la historia del Ferrocarril en México.
La
historia del ferrocarril en México comenzó en 1837, por el decreto del
presidente, Anastasio Bustamante, quien otorgó la primera concesión a Francisco
de Arrillaga para la construcción de la línea férrea de Veracruz a la Ciudad de
México.
El
1º. de marzo de 1842 se autorizó un proyecto para establecer una vía de
comunicación a través del Istmo de Tehuantepec. Casi, a finales de 1876, asumió
el poder el general Porfirio Díaz, y con ello, el ferrocarril que atravesaba el
Istmo de Tehuantepec, pasando por Matías Romero, fue una realidad.
En
septiembre de 1894 se inauguraron los 310 kilómetros entre Coatzacoalcos y
Salina Cruz, pero no se operó de forma inmediata, pues, faltaba equipo.
Es
en estos años, cuando el Ferrocarril en México estaba en su esplendor, nace
Daniel González Martínez; hijo de Don Jesús González Cantú y Herlinda Martínez,
en Nuevo León, un 6 de enero de 1897. Sus padres se dedicaban al campo, pero
él, desde muy joven, se integró al trabajo de los trenes.
Este
año, se cumplen, 80 años de su muerte, pues su carácter y emprendimiento lo
convirtieron en un líder ferrocarrilero, quien llegó a trabajar como Jefe de
Taller en Matías Romero y evitó, a toda costa, que Matías Romero dejara de ser
punto estratégico para la compostura de máquinas y vagones; reclamando Tierra
Blanca, Veracruz, su derecho a convertirse en bastión ferroviario de la región
sureste.
En
el año 1900; surge la Unión de Mecánicos Mexicanos y que es en realidad la
primera Organización de Resistencia, que llevó a cabo trabajos muy serios en
beneficio del gremio, gracias al impulso de un luchador como lo fue don Silvino
Rodríguez, y cuyos postulados compartía con Daniel González, aunado a su
juventud y entereza.
Posteriormente
se fundaron la Sociedad de Hermanos Caldereros, la Gran Liga de Empleados de
Ferrocarril y La Unión de Fogoneros del Ferrocarril Nacional, esta última Unión
tomó parte activa en la huelga de octubre de 1902.
Con
estas ideas de mejorar y salir adelante, así como las distintas explosiones de
huelga; Daniel González Martínez impulsó en Matías Romero y casi todo el
estrecho del Istmo, desde Veracruz y hasta Oaxaca; la ideología de la Unión de
Mecánicos Mexicanos para luchar por mejores condiciones salariales. Fue un auténtico
luchador social. En 1929 es ascendido al puesto de Maestro Mecánico en los
Talleres de Acámbaro, Guanajuato y en 1933 es enviado a los Talleres de Matías
Romero, tratando de alejarlo del movimiento sindical que comenzaba a sentirse
con mayor fuerza en el norte del País. En tanto, en Matías Romero se
desenvuelve como jefe de Taller, pero no deja de lado sus ideales.
Ese
mismo año, 1933, el 13 de enero, los ferrocarrileros logran constituir el
Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), con
funciones y personalidad jurídica.
El
4 de octubre de 1934; debido a las constantes confrontaciones que había
encabezado, exigiendo que Matías Romero siguiera siendo punto medular para el
Ferrocarril; es herido de gravedad en Tierra Blanca, Ver., y dos días después
fallece, el 6 de octubre. Sus restos son trasladados e Nuevo León y sepultado el
9 de octubre en el Panteón del Roble en Monterrey.