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Tehuantepec
(Hugo Flores).- Conmemoran los 44 años de los bienes comunales de Santa Cruz
Tagolaba en un ambiente de fiesta, tradición, cultura e Historia en unos de los
barrios más populares de Tehuantepec,
donde la las mujeres se dedican a
la elaboración de tortillas y el hombre al campo, así es Santa Cruz: la
tierra de mitos, leyendas y apego a sus
costumbres y tradiciones.
En
un ambiente de fiesta y semana cultural, el Presidente de los Bienes Comunales,
Alfredo Martínez, así como los integrantes de la mesa directiva, en
coordinación con jóvenes talentosos, realizaron la presentación de bailes
folklóricos, poesía, danza, fotografía, conferencias, calenda y culminando con
un majestuoso baile y la quema de juegos
pirotécnicos.
Cabe
mencionar que es la primera vez que se celebra la creación de los bienes
comunales; Alfredo Martínez Gutiérrez, Presidente de los bienes comunales,
Mario Barrera Flore, Gerardo Hernández Ruiz, Margarito López Díaz, Gildardo
Escobar y Vidal Gutiérrez, integrantes del consejo, otorgaron el reconocimiento
a las mujeres tortilleras, a los deportistas y a los jóvenes que se encargan de continuar con las costumbres y tradiciones
del barrio.
Piezas
arquitectónicas, cumbia, salsa, merengue, tango, bachata y rock and roll fueron
algunos de los bailes que se presentaron desde el pasado lunes por la tarde,
así como conferencias, calenda y el recorrido por las principales calles,
fueron parte de los festejos.
Santa
Cruz Tagolaba es el barrio donde se
trabaja la tierra, el maíz, el sorgo y el ajonjolí, es un barrio que cuenta con
la mayor cantidad de tierras agrarias y que, por consiguiente, lo hace rico en
sus producciones, la cosecha de Maíz es el principal sustento para las familias.
Samuel Gallegos,
Francisco Martínez, Rómulo Rodríguez, Fortino de la Rosa Urbano, Cándida
Martínez, por mencionar algunas de las personalidades que han dedicado su vida a las diversas
actividades del campo y la comunidad, culminando con una majestuosa fiesta en
las instalaciones de la Casa Comunal con la participación de los danzantes del
son del pescado y la quema de un
monumental castillo que cubrió de luces de colores el cielo de Tehuantepec.
