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Oaxaca
(El Imparcial).- Oswaldo Ortíz pasó 14 días en la cárcel por culpa de ELEKTRA,
la cadena de tiendas departamentales propiedad de Ricardo Salinas Pliego, le
vendió una motocicleta robada que lo mandó a prisión sin que la empresa
intercediera para librar la responsabilidad jurídica de su cliente.
En
marzo de 2012, la moto que Elektra le vendió a Oswaldo Ortíz, fue robada en INFONAVIT
Ricardo Flores Magón y ocho meses después, el vehículo robado se exhibía en los
aparadores de la Sucursal 7168 Mega Oaxaca Mitla de Elektra del Milenio SA de
CV, que se ubica en la calle de Guerrero, en el centro de la capital oaxaqueña.
El
29 de noviembre de 2012, Oswaldo Ortíz compró la moto con un crédito de tres
años, que lo obligaban a pagar 200 pesos semanales. El cliente recibió las
facturas, los papeles del producto: todo estaba en regla, aparentemente.
El
13 de mayo pasado, casi dos años después de adquirir el vehículo, la policía
detuvo a Oswaldo Ortíz cuando conducía la moto sin usar casco. Como parte del
protocolo de procedimiento, los uniformados consultaron los datos del detenido
y del vehículo que conducía. La base de datos federal plataforma México, reveló
que la moto era robada.
Oswaldo
Ortíz mostró los papeles que lo acreditaban como propietario legal, pero el
número de serie contradecía lo que se mostraba en los documentos. Fue llevado
ante el ministerio público. Configuraron el delito de robo específico por equiparación,
en base a una Reforma del Artículo 357 Bis Fracción IV, Párrafo Tercero. Estuvo
encarcelado durante 14 días por un delito que él no cometió.
A
pesar del doloso acto de Elektra, la tienda departamental no ha dejado de
cobrar los 200 pesos semanales por la moto robada que le vendieron a Oswaldo Ortiz.
En
el término de pruebas, ya en el juzgado cuarto penal, se presentó personal de Elektra
que aseguró que esa motoneta era la misma que le vendieron a Oswaldo, pero que
por error, había un cruce en los números de series en las facturas. Pero los
números de seguridad de la moto ratificaban que había sido robada, había
denuncia penal por este delito y la empresa la vendió en una de sus sucursales,
pero la justicia no aplica igual para todos y fue Oswaldo quien tuvo que pagar
el delito en el que incurrió Elektra con tiempo en la cárcel y el pago al
legítimo propietario de la moto, en cambio, la cadena de tiendas
departamentales salió del paso sin un rasguño, sin una sanción, ni siquiera
pagaron un peso al afectado, porque las leyes en Oaxaca protegen los intereses
económicos de la grandes empresas, dejando de lado la justicia de sus
ciudadanos.