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México (Agencias).- De acuerdo a la
COFEPRIS, entre el 60 y 40 por ciento de las botellas que se venden en
establecimientos como bares, vinaterías, restaurantes y hasta hoteles, son
adulteradas.
Según
la Cámara Nacional de la Industria Tequilera y de la Industria de Vinos y
Licores, tan sólo en el DF, 2 mil 200 lugares ofrecen alcohol adulterado y, en
todo el país, son 15 mil, lo que pone en riesgo la salud de un gran número de
personas.
En
la elaboración, distribución y venta de bebidas adulteradas –en cuyo proceso se
utilizan, por lo general, metanol y agua– estarían implicados empleados de
bares y cantinas. Ellos son, de hecho, quienes suministran las botellas que
luego habrán de ser rellenadas.
Álvaro
Israel Pérez Vega, comisionado de Operación Sanitaria de la Comisión Federal
para la Protección de Riegos Sanitarios (Cofepris), resaltó que la mayoría de
las bebidas adulteradas se producen en Jalisco.
"En
el DF se pueden ofrecer las bebidas de este tipo en cantinas y tables dance.
Normalmente, ocurre cuando la gente pide varias botellas. La primera es
original, pero la segunda ya es adulterada, y las personas ya están tomadas y
es más fácil engañarlas", explicó.
Pérez
Vega destacó que desde enero la adulteración de bebidas y el etiquetado falso
son considerados: delito grave.
Las
bebidas adulteradas, explicó, por lo general tienen alcohol del 96 o metanol,
el cual se vierte en ellas para diluirlas, así como colorantes artificiales
para simular el color. No obstante, en ocasiones, para simular el color de los
tequilas añejos colocan los alambres de pan de caja y los dejan por varios días
dentro de la bebida y el óxido es el que le da el color al supuesto tequila,
detalló.
Médicos
han alertado de los efectos graves que produce la ingestión de estas bebidas
adulteradas: fuertes dolores de cabeza y estómago, vómito, pérdida de la
conciencia, ceguera momentánea o permanente e incluso la muerte.
Por ello han
recomendado evitar consumir alcohol en exceso, adquirir la bebida en lugares
establecidos y reconocidos, al acudir a un antro, pedir que las bebidas se
sirvan a la vista del cliente, al comprar una botella observar que tenga los
sellos de garantía y las etiquetas en buen estado y voltear la botella para
comprobar que no se derrama el líquido.