Posted by Expresion Noticias in
Matías
Romero (Norma Guzmán Sibaja).- El Director del Colegio “Istmo”, Roberto Martínez, precisó que en la actualidad
los niños y jóvenes experimentan una falta de valores, viven en una sociedad en
crisis, convulsionada por la violencia; donde el materialismo es más importante
que los sentimientos.
Al
referirse a los casos que han tenido impacto, a nivel nacional e internacional,
en donde niños “jugando al secuestro” han asesinado a un amiguito u otros que
han violado; destacó que los niños reproducen lo que ven.
Es
difícil para un niño distinguir entre lo bueno y lo malo; cuando una cosa es lo
que dicen los adultos, sean maestros, papás o medios de comunicación y otra muy
diferente, lo que hacen con sus actos, explicó.
Precisó
que una educación con valores, inculcando moral, fe, temor a Dios y, sobre
todo, amor y respeto al prójimo; no sólo se transmite de forma oral, o con
palabras; pues muchas veces son más fuertes y pesan más los hechos.
Antes,
dijo, los niños soñaban con ser policías, doctores, abogados… hoy nuestros
niños hablan de ser narcotraficantes, capos, tratantes de blancas, explotadores
de mujeres.
Mientras
antes se jugaba al encantado, las canicas o el avión; hoy nuestros niños están
jugando al secuestro, a la violación, al enfrentamiento armado, a los cárteles
de la mafia.
El
Director del Colegio “Istmo”, escuela de nivel primaria y secundaria, cuya
formación está vinculada con la
religión, aseveró que se ha perdido la
ruta, pero, consideró que no es tarde para retomar el rumbo.
Destacó
que el gran propósito de toda educación
y disciplina de la vida, es volver al hombre a la armonía con Dios; elevar y
ennoblecer de tal manera su naturaleza moral, que pueda volver a reflejar la
imagen de su creador.
Y
nuestro creador no es tirano, no es abusivo, no creo al hombre para que explote
al hombre; sino que lo creo a su imagen y semejanza. Somos los hombres quienes
hemos transformado lo malo en bueno y los actos criticables en algo común.
El
académico exhortó a los padres a convivir con sus hijos, a escucharlos, a
inculcarle valores, a enseñarlos a respetar y ser acomedidos. Aseveró que la
educación y formación de los niños, no sólo es responsabilidad de los maestros.