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Reunidos con el subsecretario de
Administración de la Secretaria de Salud (SS) y responsable del trabajo de la
desincorporación de ochos entidades federativas del Sur; Pedro Flores Jiménez,
así como con el Secretario de Salud de Oaxaca, Donato Casas Escamilla, y
delegados sindicales; se analizaron las etapas del proceso de federalización de
los Servicios de Salud, señalaron que lo que para el gobierno Federal significa:
basificación, regularización, federalización y homologación; para el trabajador
se trata de otro concepto, con lo cual, la confusión y la mala información,
producen que la federalización del sector salud se vea y trate de entender
desde diferentes ópticas.
Los
dirigentes sindicales manifestaron el respaldo al proceso de modernización y su
respaldo al proyecto de orden administrativo del presidente López Obrador, en
aras de trabajar para garantizar el derecho a la salud y ofrecerle, a los
mexicanos, un servicio de primer mundo, como lo ha declarado el Presidente de
la República.
Sin
embargo, aclararon, que esta modernización no debe estar basada en trasgredir
los derechos y beneficios alcanzados por los trabajadores del sector.
El
representante del Gobierno federal, Flores Jiménez informó que están en el
proceso de integración de todas las nóminas del país, la implementación de una
plataforma única con el objetivo de establecer un control estricto sobre las
plazas, evitar que sigan creando nuevos espacios laborales sin fuente de
financiamiento para el pago de salarios, lo que pondría punto final a un
problema financiero muy grave.
Dijo
que Oaxaca es tercer estado más endeudado del país en servicios de salud.
Primero es Chiapas, luego Veracruz. Esto no puede continuar, pues para el pago
de plazas sin fuente de financiamiento se requiere de por lo menos 500 millones
de pesos anuales. Cifra millonaria que no se tiene.
