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Entrevistado en la Casa del migrante en Ixtepec sobre la transición política en Oaxaca y las reformas migratorias; el clérigo asintió que tiene fe y esperanza en que las nuevas autoridades estatales sean mejores personas y políticos con mayor sensibilidad en el caso de los hermanos que cruzan ilegalmente el territorio.
Al cuestionarlo sobre si ha habido acercamiento con quienes conformarán el nuevo Gobierno, puntualizó que siempre está dispuesto a tener dialogo y acercamiento con las autoridades.
Por eso, agregó, se han mantenido algunas reuniones y acercamientos con el que será el Gobierno de transición y esto, -aclaró el sacerdote,- no solo para el beneficio de los migrantes, sino de los oaxaqueños, porque “Oaxaca es un estado que amo muchísimo, yo nací en el estado de México, pero el estado que me ha adoptado es Oaxaca llevo viviendo aquí 30 años, yo no quiero irme de aquí ni muerto, lo quiero mucho”, abundó.
Al hablar del futuro, Alejandro Solalinde advirtió que seguirá luchando para que las leyes cambien, para que las instituciones, como el Instituto Nacional de Migración (INM), adopten, procuren y respeten los derechos humanos
Precisó que si estas instancias no pueden renovarse moralmente, que sean sustituidas por otras subsecretarias que de verdad sirva a los migrantes, que respeten los compromisos de hermandad que México tiene con centro América.
Además, dijo, la visión es consolidar el albergue en Ixtepec, faltan muchas áreas aún para recibir a los migrantes falta una fuente de ingresos estable para poder asegurar la alimentación y la atención de los hermanos que pasan por la región en busca del sueño americano, faltan aún el apoyo de los diferentes niveles de gobiernos, para que apoyen adecuadamente a los hermanos y hermanas migrantes.