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Istmo de Tehuantepec.- Ganaderos de
los diferentes municipios del Istmo de Tehuantepec reportaron que el robo de
ganado se ha multiplicado en los últimos años, sin que los frentes comunes, las
nuevas leyes y las iniciativas de las autoridades puedan detener este delito.
La
queja es común; el abigeato se ha incrementado en comunidades del Istmo de
Tehuantepec, principalmente en Ixhuatán, Chahuites y Zanatepec; aunque
productores de Donaji, Palomares, El Barrio de la Soledad, San Blas Atempa,
Santa María Petapa, Niltepec, Magdalena Tequisistlán, Chahuites, Santo Domingo Ingenio,
Santa María Mixtequilla, Ixtepec, Santiago Niltepec y Tapanatepec, aseguran que
la situación es similar en todos los municipios.
Exigieron
acciones que protejan el patrimonio de los ganaderos y sanciones más severas
para que los ladrones no vuelvan a intentarlo. Puesto que, explicaron, los
ganaderos no denuncian el robo común que sufren sobre su hato ganadero, debido
a que poner una denuncia es un proceso de mucho tiempo, aunado a que las leyes
son muy “ligth” y los roba-ganado salen rápido y fácil de la cárcel, temiendo
entonces el ganadero que lo denunció.
Aseguraron
que ninguna autoridad federal; incluida la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), tienen un registro
de los robos de ganado que se cometen en el Istmo y los ganaderos suelen apelar
a la buena voluntad de la procuraduría estatal para que se realicen operativos
e inspecciones en carreteras que contribuyan a disminuir el delito, pero sin
éxito.
El
producto de los robos se estima en un mínimo de 70 mil pesos, sólo por tres
becerros, animales que el criador cuidó y engordó por más de dos años.
Un
toro, por ejemplo, llega a costar entre 8 mil y 10 mil pesos; una vaca, entre
10 mil y 12 mil pesos; una vaca lechera se vende hasta en 25 mil pesos y un becerro
cuesta entre 10 y 20 mil pesos.
Los
animales robados se comercializan en rastros clandestinos, pero también en
negocios legales, advirtieron.
Daniel
González Antonio, asesor jurídico de la Unión Ganadera Regional del Istmo,
destacó que a petición de las autoridades de bienes comunales de Ixtepec, y con
la coordinación de la subsecretaría de gobierno, se realizó una reunión en el 13º
regimiento de caballería motorizada para tratar asuntos relacionados con el
robo de ganado.
En
esta reunión se acordó realizar reacciones rápidas para detener infraganti a
las personas que hurtan los hatos ganaderos, pero una vez detenido el ladrón, quien
resulte afectado tiene que acudir inmediatamente para identificar sus animales,
fierro y acusar al detenido.
Sin
embargo, muchos de los afectados no denuncian y cuando se detienen unidades
cargadas, se observa que los animales no están marcados, esto complica el
proceso en contra de los delincuentes, quienes pueden gozar de su libertad
fácilmente, aun cuando se le detuvo “con las manos en la masa”.
En
El Barrio de la Soledad, en comunidades como Los Nanches y Cuajunicuil; los
productores han alertado sobre los robos continuos de su ganado. Aseguran que
los delincuentes utilizan vehículos y se llevan de 3 ó 4 por noche, utilizando
las nuevas veredas y caminos que los enlazan a carretera federal.
Pidieron
a las autoridades actuar conforme a la ley, pues “tanto peca quien mata a la
vaca como quien le jala la pata”, y es que, argumentaron, es ilegal transportar
ganado en carretera federal después de cierta hora, sin embargo, las
autoridades siguen permitiendo que esto pase.