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Oaxaca (Boletín).- Alba
Martínez López es una joven triqui de 16 años. Estudia en el Colegio de
Bachilleres de El Rastrojo, donde cursa el cuarto semestre. Su sueño es ser
doctora, para ayudar a los demás, dice.
“El
COBAO cambió mi vida. Veo las cosas de manera diferente – agrega-. Estar en el
COBAO me hace pensar distinto, he aprendido cosas, leo, hago operaciones
aritméticas, conozco de historia, de ciencias, de español, de civismo y de
geografía”, dice sonriendo. “Ahora sé que puedo cambiar mi futuro. Antes
pensaba que sólo trabajaría el campo. Ahora pienso que sí lo puedo trabajar,
pero también que puedo ser una profesionista y ayudar a mi gente”, afirma.
La
joven triqui vive con su madre, Ernestina Flores López y sus abuelos. Habitan
una casa muy sencilla en el paraje Río
Venado. Se dedican al campo.
Alba
recalca que le gusta ir a la escuela. Disfruta mucho sus clases,
particularmente las de Biología, además le interesa bastante el taller de
música. En esta región, como en muchas partes del estado, existe una tradición
musical de generaciones.
Alba
sabe que el COBAO está en su comunidad como respuesta del gobierno del estado a
las demandas de su gente. Tiene la firme convicción de que el plantel forme
jóvenes que ayuden al cambio, al desarrollo y al progreso de su pueblo.
Le
estamos echando ganas al estudio porque sabemos que sólo así podremos mejorar
nuestras vidas, dice Alba. Alegre, se dirige a su salón de clases. Está a punto
de iniciar Biología, su materia favorita.
