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Oaxaca (Rosy Ramales).- 16:20 Horas. El Auditorio “Luis Donaldo Colosio” del PRI estatal estaba casi anegado de los delegados electos en las asambleas municipales y distritales a la XXI Asamblea Nacional. Y taxis del Valle Eteco, de la CTM, tenían acaparada la avenida principal hasta en doble fila, causando malestar en automovilistas.
En el acceso, un grupo de priistas platicaba con Heliodoro Díaz Escárraga. Pasos adelante varios más conversaban con Herminio Cuevas. José Ramos, diputado local en el sexenio heladista, aguardaba también el inicio de la Asamblea Estatal para la elección de los delegados a la Nacional. Rosalinda Figueroa, ataviada de vestido rosa, entró de la mano de su esposo.
Los priistas derrochaban alegría; se saludaban efusivamente, de abrazo y beso. Como que les hacía falta el calorcito de verse juntos como antaño; no dispersos, ni peleados ni huérfanos como en los últimos años. Beatriz Rodríguez Casanovas ocupaba asiento hasta adelante, muy cerca de María Luisa Matus, Secretaria de Organización; Salomé Martínez se sentó hileras atrás acompañada de un grupo de mujeres. Los diputados locales se sentaron al frente.
En el pasillo, entre el presídium y las galerías, José Escobar conversaba con dos guapas chicas, una de ellas altísima como él. Juan Díaz Pimentel entró saludando a su paso. También Baruc Alavés, uno de los prospectos para candidato a diputado local por Huajuapan.
Quizá 20 minutos después, el presidente de la Comisión de Procesos Internos, Héctor Gómez Núñez, abrió la sesión con la asistencia de 712 asambleístas. Y tras los protocolos se presentó al presídium: Eric Pérez, Blanca Grajales, Moisés Molina y Etelberto Gómez, como vocales; Abelino Soriano de Fundación Colosio; Alfonso Gómez Sandoval del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político, Jorge Toledo (CNOP), Fito Toledo (CNC), Ángel Gerónimo Hernández (CCI), David Aguilar (CROC), Aracely Delia (OMPRI). Y todos los demás dirigentes de sectores y organizaciones.
Además, del diputado federal y coordinador de la bancada oaxaqueña en la Cámara Baja, Samuel Gurrión Matías, quien, a su arribo, saludó a todos a su paso y, varias mujeres y hombres, se le acercaron para saludarlo o conversar; él ocupó un lugar central en el presídium, como corresponde al ser el único que ganó las elecciones de mayoría. También Eviel Pérez Magaña como único senador priista por Oaxaca. Y llamaron al presidium al priista del bigote seductor, José Antonio Hernández Fraguas, en su calidad de representante del CEN ante el IFE.
“¡FUERA TRAIDORES!”
La mesa propuso a Carmelita Ricárdez y a Margarita Liborio como vocales y la asamblea votó a favor. Luego, Elías Cortés, Secretario Técnico, informó el objetivo de la Asamblea. Seguidamente, Abelino leyó la relatoría emanada de las asambleas municipales y distritales oaxaqueñas para la reforma a los documentos básicos:
Rechazo a la reducción del Consejo Político Nacional y a la Comisión Política Permanente porque es contraria al principio democrático y alienta las oligarquías; rechazo al centralismo, a las candidaturas ciudadanas y a las independientes, más facultades a las asambleas municipales, rechazo a postular como candidatos a personas provenientes de otros partidos “porque esos individuos son traidores”, sanción a los priistas traidores juzgados en procesos expeditos…
“Bravooo”, “Fuera traidores”, gritaban excitados infinidad de priistas. Mientras, más de uno sentía en sus hombros la indirecta. Cada propuesta arrancaba aplausos.
“¡MUJERES, MUJERES!”
Y cuando Abelino leyó la propuesta de 50 y 50 por ciento de candidaturas para mujeres y hombres, las asambleístas se desbordaron en gritos de alegría, haciendo inaudibles las propuestas de incluir a las mujeres por igual sin distinción del método electivo y que las fórmulas sean de un mismo género. Aunque algunos de los planteamientos ya son ley y tendrán que incluirlos en sus estatutos.
Puestas de pie, coreaban ensordecedoramente las priistas: “Mujeres, mujeres, mujeres.” “¡Somos mayoría!” “¡Ojalá cumplan con su palabra!”
Mientras Abelino leía la relatoría, vendedores ambulantes, como en los circos, iban de hilera en hilera ofreciendo papas fritas y dulces. Personal del PRI repartía a los asambleístas botellitas de agua. Jorge Bustamante García andaba cerca de las mesas de registro. La tesorera del municipio de San Gabriel Mixtepec, Elizabeth Olivera, mujer bragada y fuerte prospecto a la diputación local, escuchaba con atención las propuestas. Rebeca Cervantes también estaba presente. Y entre los asistentes se comentó la presencia de priistas de Tuxtepec identificadas con Jorge Franco y según ya sumadas al PRI estatal.
Abelino concluyó la relatoría. Entonces, se abrió el debate para hacer otras propuestas e incorporarlas a la relatoría de la Asamblea Estatal a enviarse a la Asamblea Nacional. Se anotaron un sinfín, que fueron pasando uno por uno al atril contiguo al presídium: Romero Vicente planteó que los candidatos sean políticos y elegirlos mediante debates como Obama. Horacio Sáenz, eterno aspirante a cargo de elección popular, recriminó: “Muchos priistas, que somos quienes hacemos el trabajo, llevamos años esperando una oportunidad y no se nos da…. ¡no más trapecistas ni camaleones!”
Lo secundó Martha Rincón: “Ya es tiempo de la militancia. Ya no queremos recomendados”. Casi en el mismo tenor, Héctor, de la CTM, pidió: “(Que quienes asistan a la Nacional) defiendan los acuerdos de esta asamblea. Aquí estamos los que no abandonamos el barco. No a los candidatos de otros partidos políticos que han sido hasta presidentes municipales”.
Maricarmen Mendoza, hermana de Lilia, a todo pulmón y con gran elocuencia, secundó: “Que los candidatos sean priistas de militancia probada, no cualquier hijo de vecino que se apunte. Para mi municipio (Santa Lucía) ya hay como 40 individuos. Los priistas de convicción no necesitamos candidaturas para estar, pero ya es justo que se reconozca su trabajo y las mujeres somos mayoría. Que se sancione a quienes no cumplen con el cargo, porque luego nos dejan el municipio tirado”.
Alexander, un joven, con acento tímido, quizá ante tan determinantes planteamientos, pidió: “Que haya una cláusula para darle oportunidad a las personas nuevas”. “Ya, ya, ya”, empezaron a corear algunos priistas para callar al orador. Delia Judith, de Cacahuatepec, dijo una gran realidad ante cualquier reforma: “Los estatutos son muy claros, pero no se cumplen”. Un priista más habló de la necesidad de la autocrítica porque “no se puede decir que el PRI está cambiando”, pues se requiere “compromiso, orden, unidad”.
“¡HAY VIEJOS BIEN COCHINOS PARA TRABAJAR!”
Lupita Piedra, de Huatulco, hasta con la cabellera larga alborotada, reclamó airadamente: “Llevó 17 años en el PRI y a mí nunca me han dado la oportunidad ni siquiera de ser directora… Tú lo sabes Avi(les), tú lo sabes Meche Rojas… ahí estamos las viejas para limpiar, porque hay viejos bien cochinos para trabajar. Pido que haya 50 y 50 por ciento en el cabildo municipal”. Los asambleístas soltaron la carcajada acompañada de aplausos y seseos dedicados a los aludidos. Lupita quizá se refería al trabajo de casa en casa y de puerta en puerta que realiza la base para convencer al electorado decepcionado de quienes llegan a los cargos y no cumplen.
Luego, Diana Luz Vázquez iba a leer un discurso, pero los asambleístas empezaron: “No, no, no”. Entonces, Diana rompió el discurso, sacó sus dotes de oradora y se pronunció por reformar el artículo 170 de los estatutos para garantizar la equidad en uno a uno en las candidaturas. “El uno a uno que tanto ha impulsado Carmelita Ricárdez”, dijo mirando hacia el presídium donde estaba la aludida.
Seguidamente, el presidente del Comité Municipal de Santa Lucía se quejó amargamente: “Los comités municipales no cuentan ni con un solo centavo para realizar su trabajo, no tenemos ni para el pasaje. A la oposición no le damos miedo, sino le damos lástima porque no contamos ni con un centavo.” Por eso pidió hacer efectiva la disposición de descontar el cinco por ciento de sus ingresos a aquellos con cargo de elección popular municipal.
Norma Sibaja pidió elaborar un padrón de militantes, pues los priistas ni siquiera saben cuántos son. Como última oradora, la joven cenecista Miriam Liborio puso el dedo en la llaga respecto a la equidad de género en las candidaturas: “No se trata de un tema de cuotas. Estamos cansadas de discursos demagógicos. Ahí están las mujeres competitivas…los priistas, hombres y mujeres, que de sol a sol trabajan”.
18:30 Horas. Los asambleístas aprobaron la relatoría por unanimidad. Luego la mesa pasó al punto de elección de los delegados a la Asamblea Nacional. Y cuando buena parte de los asambleístas estaban listos para presentar planillas (algunos ya sabían lo que venía), la mesa informó que solamente había una planilla, de unidad, presentada por Moisés Molina, a quien, por cierto, finalmente después de mucho tiempo han reconocido su trabajo político y lo han incorporado al trabajo partidista a nivel de órganos de decisión.
LA INCONFORMIDAD
Y se leyó la planilla:
“Hombres mayores de 35: Heliodoro, Elpidio Concha, Celestino Alonso, Manuel García Corpus, Herminio, Héctor Gómez, Antonio Yglesias, Hubert de la Peña, Alejandro Murat, David Mayrén, Leodegario Melchor, Juan Díaz, Germán Rojas, Gustavo Marín, Jorge Guerrero, Martín Vela, Marco Cuevas, Heriberto Ambrosio y José Guzmán. Mujeres mayores de 35: Sofía Castro, Liz Acosta, Emma del Carmen Hernández, Salomé, Lilia Mendoza, Margarita Liborio, Nieves Gómez Núñez, Edna Liliana Sánchez, Aída Ruiz, Carolina Aparicio, Delfina Prieto, Cony Robles, Rosa María Mendoza Marín, Claudia Silva, Ángeles Cabrera, Rosalía Palma, Agustina Acevedo, Blanca Pineda y Teresita Andrés Calderón.
“Hombres menores de 35: Heliodoro Díaz Aguirre (Yoyo jr), Manuel García Díaz (Corpus Jr), Jesús Díaz Navarro (Chucho bolas Jr), Jorge Abraham González (Cocoliso Jr), Igmar Medina, Francisco Maldonado, Maniel Isaí Arellano, Allan Ernesto Cruz, Moisés Molina. Mujeres menores de 35: Miriam Liborio, Diana Luz, Alicia Hernández Cruz, Esmeralda Mijangos, Edith Yolanda Martínez López, Felícitas Hernández Montaño, Zita Teodocia Felipe Ramírez y Raquel Alberto”.
Todo iba bien, hasta que leyeron la planilla con los nombres de “hombres menores de 35 años”. Varios, sino es que muchos, priistas repudiaron: “¡Fuera juniors, fuera juniors, fuera juniors!” “¡Es una burla!”, protestaban. “¿Dónde está la militancia probada de la que hemos estado hablando?”, comentaban en voz baja.
Elías, en su papel de Secretario Técnico, intentando calmar los ánimos, sometió a votación la planilla. Quizá aturdidos no todos levantaron la mano. Los inconformes coreaban: “¡Fuera juniors, fuera juniors!” “¡No hay mayoría, no hay mayoría!” Mientras, Elías nuevamente sometía a votación. Y la planilla se aprobó por mayoría.
Para entonces la joven Marisol Ramos andaba subida en el templete queriendo hacer uso de la palabra. Pero ya no había micrófono y en el presídium tampoco se lo prestaron. Varios, o muchos priistas, hombres y mujeres, salieron con sabor amargo en la boca