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Álvaro Obregón (Mariano López Gómez).- La noche del primero de febrero el pueblo en
resistencia de Álvaro Obregón fue
brutalmente atacado por la policía
estatal de Oaxaca, los uniformados ingresaron con más de cuatrocientos
elementos armados, estos sorprendieron a los indígenas zapotecas debido a que
ingresaron a pié por toda las orillas de las casas. En este operativo los
indígenas al ser atacados se defendieron con palos mientras los vecinos
salieron a defender a sus compañeros en el campamento ubicado en la ex hacienda
del General Charis, mientras otros llamaban por altavoces a la comunidad en
general, el zafarrancho duró varios minutos, la comunidad de Álvaro Obregón
hizo replegar a la policía estatal
Sin compasión alguna
los uniformados pretendían ensangrentar al pueblo indígena de Álvaro Obregón,
apoderarse de su campamento y custodiar a la empresa española Mareña Renovables
que con golpes, sangre, violencia y amenazas pretenden despojar a los indígenas
de sus territorios y lagunas de donde obtienen sus alimentos.
Las amenazas y
represión que reciben los indígenas oaxaqueños han ido en aumento por órdenes de la empresa española Mareña Renovables.
Ayer 2 de febrero
nuevamente la policía estatal ingresó en la comunidad de Álvaro Obregón con
cuatrocientos elementos pretendían rodear el campamento de resistencia, se
dieron tres enfrentamientos, el primero por la parte que se ingresa en la Barra Santa Teresa, el segundo
por la laguna punta de agua, más tarde
la policía estatal detuvo a tres pescadores quienes se dirigían con sus equipos
a la pesca, uno de ellos en el forcejeo pudo escapar, los niños y personas que
se encontraban cerca de la detención
dieron aviso en el campamento, desde donde salió un grupo de personas
que intentaron liberar a los pescadores de manos de la policía, con ello inicio
el tercer enfrentamiento.
Los pescadores detenidos injustamente de
nombre Rubén Hidalgo Canseco y Heliodoro Herrán González fueron trasladados en
el cuartel del espinal, ahí pasaron frío, recibiendo trato inhumano, los
indígenas estuvieron retenidos por varias horas para después ser liberados
aproximadamente a la una de la mañana del día tres de febrero