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El Barrio de la Soledad (Miguel Fernando).- Olvidada, llena de monte y semivacía se encuentra la “Casa del Abuelo” en el municipio de El Barrio de la Soledad y es que, de acuerdo a un sector de la tercera edad en aquel municipio, en un principio los abuelitos se reunían los fines de semana para charlar, celebrar los cumpleaños de sus agremiados o sólo por reunirse.
Sin embargo, comentaron pidiendo omitir sus nombres, después de que en un periódico se publicara que “los viejitos barreños sólo se reunían para embriagarse y hacer pachangas”, muchas personas dejaron de asistir a las reuniones y hoy, sólo la estructura, construida en el trienio de Héctor Rojas, queda.
Tras platicar con algunos de ellos, nos comentaron que en un principio se tenían grandes proyectos para esta Casa del Abuelo, comenzaron a llegar los alfabetizadores del INEA, pues la mayoría de las personas de la tercera edad en El Barrio de la Soledad no terminaron ni la primaria.
Sin embargo, poco a poco, los agremiados se fueron alejando, aunado a los problemas que se tuvieron al interior del grupo; ya que había quienes ya se sentían dueños de las Casa y el alcalde barreño, José Alfredo Palacio Antonio, nunca proyecto talleres, foros o reuniones en estas instalaciones, “aunque si apoyó para que hicieran un viaje”, aclararon los informantes.
En la actualidad, continuaron diciendo, sólo unos pocos llegan a esa Casa, por eso está deshabitada, como olvidada y llena de hierba.
Sin embargo, comentaron pidiendo omitir sus nombres, después de que en un periódico se publicara que “los viejitos barreños sólo se reunían para embriagarse y hacer pachangas”, muchas personas dejaron de asistir a las reuniones y hoy, sólo la estructura, construida en el trienio de Héctor Rojas, queda.
Tras platicar con algunos de ellos, nos comentaron que en un principio se tenían grandes proyectos para esta Casa del Abuelo, comenzaron a llegar los alfabetizadores del INEA, pues la mayoría de las personas de la tercera edad en El Barrio de la Soledad no terminaron ni la primaria.
Sin embargo, poco a poco, los agremiados se fueron alejando, aunado a los problemas que se tuvieron al interior del grupo; ya que había quienes ya se sentían dueños de las Casa y el alcalde barreño, José Alfredo Palacio Antonio, nunca proyecto talleres, foros o reuniones en estas instalaciones, “aunque si apoyó para que hicieran un viaje”, aclararon los informantes.
En la actualidad, continuaron diciendo, sólo unos pocos llegan a esa Casa, por eso está deshabitada, como olvidada y llena de hierba.