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Matías Romero (Norma Guzmán Sibaja).- Aunque en Matías
Romero y su área de influencia han aumentado el número de enfermos de zika,
entre ellas, mujeres embarazadas, a la fecha ningún producto ha registrado
afectaciones o malformaciones como indicativos de microcefalia; informó el encargado
del Departamento de Epidemiología del Centro de Salud Urbano en Matías Romero,
Alejandro Flores Rodríguez.
Precisó
que, a pesar de las acciones emprendidas a finales del 2015 y durante todo este
año; la población “hace oídos sordos”, a las mujeres de les notificó, casa por
casa, que evitaran embarazarse y sin embargo, se ha tenido que realizar un
monitoreo constante de quienes se encuentran en gestación, puesto que parecen
no darle importancia a la información que se les proporciona.
“Algunas
de las mujeres, todavía preguntan si le pasa algo al bebe en gestación. Muchas,
como no han visto nada, creen o suponen que nada pasará. Sin embargo, se sabe
que las mujeres que padecen zika en los primeros tres meses del embarazo,
pueden dar a luz niños con microcefalia, si el zika lo padecen en el segundo trimestre
el niño puede tener problemas neurológicos y a quienes padecen la enfermedad en
los últimos meses del embarazo dan a luz niños con bajo peso”, explicó el
médico.
Precisó
que es el mismo tipo de mosquito el que transmite dengue, chikungunya, zika y
fiebre amarilla. Que el zika se reconoce por la fiebre de más de 37 grados,
dolor de cabeza, ojos, cuerpo, el enfermo se llena de rosácea, como sarpullido;
aunque, aclaró, en cada organismo el zika se manifiesta de manera diferente y,
en comparación con el chikungunya, el zika no es incapacitante.
Ya
que el chikungunya, se inflaman las articulaciones, se registra fiebre muy
alta, el dolor de cuerpo es agobiante y, aunque no se sabe en ciencia cierta lo
que derivará, con los años con estas enfermedades, lo mejor serán tomar las
medidas de prevención.
Y
repitió: se debe descacharrizar, evitar almacenar agua limpia, permitir que el
personal de vectores coloque abate en sus tanques de almacenamiento de agua,
mantener limpios los patios y azoteas, permitir al personal de vectores
fumigar. Sobre todo, subrayó el médico, en esta zona del Istmo que por su clima
húmedo, se convierte en zona propicia para la anidación y reproducción del
mosco.
