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Juchitán
(Luis Ernesto Ramos).- Esperaban poder entablar una mesa de diálogo con
funcionarios de primer nivel y detener los trabajos que desarrolla Gas Fenosa
Natural para establecer el nuevo parque eólico Bii Loxho; pero no llegaron,
solo el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra quien fungió como moderador,
representantes de los representantes del titular de Derechos Humanos, así como
un subsecretario de estado que dijo lo habían invitado a la reunión pero que
desconocía que esperaban que él resolviera.
La
reunión realizada en el auditorio de la Casa de Cultura de Juchitán, fue convocada
por los integrantes de la Asamblea
Popular del Pueblo Juchiteco; su objetivo, evitar la destrucción de áreas
naturales en donde crecen plantas medicinales de uso ancestral.
Ante
la omisión del Gobierno Estatal, la Asamblea del Pueblo Juchiteco en Defensa
del Territorio, emplazó para que el viernes se establezca una reunión con
funcionarios federales, quienes tengan poder de decisión y no “achichincles”,
que desconocen el problema y la inconformidad generada entre ejidatarios y
propietarios de los terrenos donde se construyen los parques eólicos.
Alejandro
Solalinde Guerra, quien se ha caracterizado por su defensa a los migrantes, se
presentó como mediador y aseguró que el gobierno de Gabino Cue busca escuchar
las inconformidades y darles solución.
Llamó
a la conciencia de los inconformes, evitar la violencia y pidió optar siempre
por el dialogo.
Los
asambleístas indicaron que el gobierno ha chantajeado, presionado y hasta
asesinado a quienes se oponen al establecimiento de estos parques y advirtieron
que si para este viernes no se han suspendido las actividades de Gas Fenosa
Natural, será el gobierno estatal y federal los responsables de la violencia y
el derramamiento de sangre.
