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Este
artículo lo encontré publicado en un diario nacional, no recuerdo el nombre del
autor, pero su reflexión es sumamente importante en estos tiempos.
¿Quién
será el próximo periodista ultimado? Luego de que mataran de ocho balazos a
Miroslava Breach en la ciudad de Chihuahua, a Max Rodríguez, en la Paz, Baja California
Sur.
Se
confirmaba así que en México, ejercer el periodismo es una actividad muy
peligrosa y mortal. La mayoría de las víctimas sufrieron asesinatos selectivos
y los responsables de esos crímenes raramente han sido juzgados, porque reina
la impunidad.
Reporteros
sin fronteras califica al país como como el más peligroso para el ejercicio del
periodismo en América Latina. Además, en la reunión que en el 2016 tuvo el
Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas en
Ginebra, se denunció que era tanto como en Siria, Pakistán, Irak, Libia,
Turquía, Afganistán y Somalia, donde hay conflictos bélicos alentados por los
intereses de las grandes potencias.
En
lo que va del siglo, en México han perdido la vida 104 comunicadores, el mes pasado también mataron
a Cecilio Pineda, en Guerrero, y a Ricardo Monlui Cabrera, en Veracruz. Es en
esa entidad donde ha habido más asesinatos de
periodistas: 20 hasta hoy. Buena parte de estos asesinatos se han
registrado durante el mandato de Javier Duarte, detenido en Guatemala.
Con
justa razón reporteros sin fronteras elaboró el informe Veracruz, los periodistas
frente al estado de miedo, por ser el más
peligroso para ejercer el periodismo en América.
Sin
embargo, las autoridades presumen que reina la seguridad, donde el gobierno
puso en marcha en el 2006 una estrategia fallida contra el crimen organizado que
deja ya más de 100 mil muertos y 30 mil desaparecidos.
Informan
sobre las bandas y criminales y sus nexos con funcionarios y políticos, que han sido la causa fundamental de la muerte de
periodistas. O que sufran atentados como los cometidos contra Armado Arrieta,
en Veracruz y Julio Omar Gómez, en Baja
California.
Además,
El Diario Norte, de ciudad Juárez, donde colaboraba Miroslava, recientemente
dejó de circular. Su dueño Oscar Cantú Murguía, dijo que la decisión es
consecuencia de las agresiones mortales que sufen los reporteros y la impunidad
que cierra las puertas a un periodismo crítico
Las
adversas condiciones para ejercer el periodismo, obliga a que revistas como
Proceso, omitan el nombre de algunos de los autores de textos relacionados con
el crimen organizado y sus vínculos con políticos, funcionarios y fuerzas del
orden para salvaguardar su vida. Otros diarios, informan tibiamente sobre la
narcopolitica y la corrupción.
En
México también es peligroso y a veces mortal
defender los recursos naturales, en especial el bosque y el agua. Han asesinado
a líderes comunitarios y otros están presos por oponerse a la tala de bosques y
selvas en Chihuahua, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero o Durango,
También
los encarcelan o los desaparecen por exigir que las compañías mineras no contaminen y afecten la salud de la gente.
Los crímenes contra los defensores de la naturaleza (suman 21 este siglo)
tampoco han sido aclarados por las autoridades.
También
se censura y amenaza a periodistas críticos. El caso más reciente es el despido
de Jorge Castañeda del espacio radiofónico ABC Noticias, propiedad de la Organización
Editorial Mexicana (OEM). El motivo: criticar la Ley de Biodiversidad que
quiere imponer en el senado, Ninfa Salinas, del mal llamado Partido Verde Ecologista
(PVEM). Castañeda criticó dicha ley el 1° de abril pasado en su portal de
noticias.
Días
después en dicha emisora, según denuncia el periodista, el magnate Ricardo
Salinas Pliego se comunicó con Francisco Torres Cano, directivo de la OEM, para
exigirle se le despidiera, por haberle faltado el respeto a su hija.
Castañeda
también ha recibido intimidaciones y amenazas por denunciar el riego con agua
potable del campo de golf que el magnate posee en Huatulco.
Las
autoridades llevan tres semanas sin
informar sobre la investigación que prometieron para dar el paradero de los
asesinatos materiales e intelectuales de Miroslava. De nuevo pregunto: ¿Quién
sigue?