Juchitán (Mariano López Gómez).- A casi un año en que las autoridades municipales del Istmo tomaron posesión, aún no se notan las obras relevantes, lejos quedaron las promesas de campaña, la decepción de los ciudadanos crece, existe una parálisis en los municipios provocada por las propias autoridades.Citaremos solo algunos que tienen estancados sus municipios.
Juchitán uno de los municipios más importantes del estado, hoy gobernado por el PRI con Daniel Gurrión Matías, quien en toda su campaña dijo tener gran pasión por Juchitán, se le acabó una semana después de asumir la presidencia, solo basta recorrer sus calles para que cualquier persona se dé cuenta, el caos en la ciudad va en aumento, la delincuencia común ha crecido, el problema de la basura se nota a simple vista, la ausencia del presidente en el palacio municipal es ya una costumbre, hacen falta obras relevantes, las pocas reuniones de cabildo solo han servido para llevar acabo programas que no funcionan, como el operativo de limpieza o retiros de burritos en las calles que solo se convirtió en mera publicidad, los camposantos han llegado a su máxima capacidad sin que hasta el momento se busque otro espacio alterno, el ruido ocasionado por las empresas de publicidad provocan enorme contaminación auditiva sin que haya autoridad alguna que ponga un alto a este desorden.
Estas autoridades nos presumen trabajo de camellones y luminarias en una parte de la carretera como mero maquillaje para simular realización de grandes obras, con estos trabajos tratan de impresionar a los visitantes o pasajeros que utilizan esta vía obligatoria para llegar a sus lugares, el adornar con lucecitas el crucero de la ciudad con motivo a la navidad, muestra el cinismo del alcalde juchiteco con sus gobernados, debido a la escasa iluminación en las calles de las diferentes secciones y colonias, a pesar de haber vociferado que cambiaría todas las lámparas por otras con mayor iluminación y de mejor calidad.
Nuestro alcalde refleja falta de interés y capacidad para implementar un plan integral de gobierno, las agencias se encuentran en total abandono, la cafetería del kiosco en pleno centro obstruye el paso de las personas, la ciudad convertida en un caos, no se refleja un mando de policía y buen gobierno.
Es una lastima que los regidores no cuestionen, no propongan ni exijan un plan municipal de mejoramiento de la ciudad, y solo sigan obteniendo jugosos sueldos, sin siquiera darse cuenta que son servidores públicos, con esas actitudes sumisas ¿podemos esperar que estos exijan transparencia de los recursos públicos?
¿Donde quedaron los más de 90 millones de pesos que le fueron asignados a juchitàn en este 2011?
Daniel Gurrión comienza adelanta papeles , arma sus facturas por si acaso de las auditorias, para dizque comprobar los gastos que no se han transparentado. Mientras tanto los líderes de la COCEI se hacen de la vista gorda ante el cinismo y semejante burla de un presidente que solo utiliza como slogan pasión por Juchitán.
En el pueblo de Chahuites su presidente municipal Ahuitzol Castillo Martínez quien se ha caracterizado de cambiar de partido no se queda atrás, su trayectoria política que la formó en el PRI, para después pasarse al PAN partido con quien coqueteo por poco tiempo, y se pasó al Sol Azteca convirtiéndose en un auténtico camaleón.
Ahuitzol Castillo se le liga con el ex administrador municipal Claudio Francisco Toledo Villalobos un personaje oscuro quien se le acusa de un desfalco en el municipio, el espinaleño Claudio Toledo quien no se conformó con malversar recursos, se quedó con parte del aguinaldos de los trabajadores en su administración, el primo del ex secretario general de gobierno Jorge Toledo, en plena campaña del 2010 buscaba un protector para no ser auditado, al parecer lo encontró en Ahuitzol Castillo actual presidente quien no ha hecho nada para exigir auditoria a la administración anterior a pesar que los habitantes de Chahuites quieren saber en donde fueron destinados los recursos que le fueron enviado para este pueblo, y se castigue a quien haya incurrido en desvíos de recursos públicos, la forma en que se conduce el actual presidente Ahuitzol Castillo levanta sospechas en los ciudadanos que ven a su presidente un aliado, un protector de Claudio Francisco Toledo, con quien se comprometió concluir las mini obras inconclusas de su antecesor, ¿acaso Ahuitzol Castillo en campaña recibió dinero del erario público de manos de Claudio Toledo? Ambos no son bien vistos en el pueblo.
Los pésimos resultados de los ex presidentes y el actual tiene sumido a este pueblo en el atraso, en el abandono, la delincuencia ha ido en aumento, tanto que los vecinos de ese lugar no pueden dejar solas sus casas habitación, a casi un año de su administración los resultados son desalentadores que motivó a un pequeño grupo encabezado por Modesto Valencia realizar una caminata desde los límites de Oaxaca Puebla, concluyendo en los límites de Oaxaca – Chiapas, los valientes ciudadanos de ese lugar han exigido a las autoridades transparentar los recursos.
En una transición naciente, en un gobierno que se dice del cambio, un gobernador que en su toma de protesta dijo hay de aquellos que bajo un mandato antepongan su bienestar personal al del pueblo, debe tomar cartas en los asuntos de los recursos públicos.
Es necesario que las autoridades estatales cumplan a cabalidad sus responsabilidades, tanto la cámara de diputados local y el propio titular de la Auditoria Superior del Estado Carlos Altamirano, deben asumir su papel como autoridades responsables y comprometidos por el cambio, en el caso del titular de la ASE Carlos Altamirano tiene doble responsabilidad, por un lado le compete auditar a los municipios, por otro responder a sus paisanos del istmo que ansían desarrollo, bienestar y transparencia en sus municipios.
Solo por mencionar algunos municipios del istmo que lamentablemente no han querido o no han tenido la capacidad de implementar mando de policía y buen gobierno, como Unión Hidalgo, Matías Romero, Ixtepec, Reforma de Pineda, Santo Domingo ingenio entre otros que al igual que los dos mencionados en esta columna, todos prometieron mejorar las condiciones en sus municipios y, hasta la fecha se encuentran anclados en el atraso, abandono, dejando un abismo entre sus promesas de campaña y su quehacer público.
