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Istmo de Tehuantepec (Corresponsales).- Esta semana en
Juchitán, Tehuantepec y Oaxaca, los niños salieron a la calle, protestaron y
exigieron la pronta rehabilitación de sus planteles escolares y es que, en la
mayoría, no se está haciendo nada.
A 4
meses, la mayoría de las aulas siguen en las mismas condiciones, los niños son
atendidos de manera parcial en salones improvisados o a la intemperie, pese a
los cambios climáticos y la inseguridad.
En
Juchitán, después de la marcha, los mentores, padres de familia y alumnos
optaron por tomar clases a media calle, como una medida de protesta ante la
pasividad de los tres niveles de Gobierno para arreglar la situación que
enfrenta el Istmo de Tehuantepec y, sobre todo, los estudiantes.
En
El Barrio de la Soledad también se protestó, en una marcha pacífica padres de
familia, maestros y educandos exigieron actuación; pues los alcaldes parecen
olvidar las condiciones en que se encuentran sus escuelas y prefieren utilizar
los recursos para remodelar parques, hacer fiestas y pavimentar calles.
En Ixtepec
El
Director de la escuela Secundaria Técnica número 27, César Bolaños Cruz,
comentó que después de los sismos de septiembre, el plantel educativo quedó en
un 80m por ciento dañado gravemente, con 20 salones destruidos, que no se
pueden utilizar y están en proceso de reconstrucción. Por lo que catalogó como
un daño fuerte que se ha ido solventando con las aulas provisionales instaladas
por el Gobierno.
Dijo
que el programa emergente les concedió 6 aulas provisionales, de una medida
preventiva, porque la escuela atiende a 24 grupos y con estas aulas no se da
abasto para atender a toda la comunidad estudiantil y retomar las actividades
habituales.
Explicó
que el plantel atiende a 600 jóvenes en los dos turnos y se ha tenido que
programar las actividades para no perder el ciclo escolar y no concentrar a un
gran número de jóvenes en un solo lugar, por las propias condiciones que
vivimos y porque sigue temblando.
Hizo
el llamado a las autoridades en los tres niveles de gobierno para que no
politicen el apoyo y que se dé, lo más pronto posible la liberación de los
recursos tanto del FONDEN como del API y del ramo 33; pues ha sido muy tardado
la respuesta de las autoridades.
Mencionó
que en algunas escuelas, las obras se realizan con lentitud porque los
contratistas no tienen el presupuesto autorizado y los trabajos van muy
atrasados, ni rehabilitación ni construcción de aulas; por lo que no se puede
normalizar la atención a los alumnos.
Por
su parte, la Directora de la Secundaria Técnica 151, de Barrio Tepalcatl,
primera sección de Ixtepec, Loyda Reyes
Meléndez, lamentó que a su escuela ninguna autoridad la haya ofrecido y
otorgado una ayuda a su plantel, aceptó que es una escuela pequeña con 6
grupos.
Pero
dijo, es una lástima que a estas alturas sigamos en las mismas. Los primeros en
hacer el dictamen dijeron que las aulas no podían ser utilizadas, en cuatro
visitas realizadas, entre ellos la de Protección Civil, señalando que 3 aulas
de 4 mostraban daños serios estructurales, pero hasta hoy, a 4 meses no hay
respuesta, ni compromiso, ni proyecto ni nada. Sn embargo, comentó, que en el
documento recibido, el dictamen señala que la escuela no tiene ningún daño, que
es una escuela factible y mostrándole eso a los padres de familia manifestaron
inconformidad ante este documento, supuesto dictamen, no tenía características
legales, pues no había especificaciones sobre las trabes, techo, paredes y
puertas de la escuela. Nadie del Gobierno ha llegado a supervisar o para ayudar
en la restauración de la escuela, por lo que el personal se puso a poner
clavos, a colocar las ventanas que se cayeron, utilizar pijas, pero estas adecuaciones
son temporales, añadió la maestra.
Sin embargo, en todo
el Istmo prevalece la misma situación, escuelas dañadas, muros agrietados. Por
la propia iniciativa de los mentores, se han acondicionado algunas aulas, se
han rehabilitados y algunas escuelas, como la Secundaria General de El Barrio
de la Soledad, están trabajando desde hace ya tres meses. Pero otros, en donde
pareciera que no ha pasado nada, los maestros se niegan a acudir a sus aulas y
atender a los estudiantes.