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Matías Romero.- Nuestra Historia
es un ejemplo a seguir de lucha incansable, de trabajo, de amor a la tierra
llena de cultura y tradiciones que nos identifica como matiasromerense., a
principios del siglo veinte durante el gobierno del General Porfirio Díaz, la
compañía inglesa que tenía la concesión del ferrocarril inicio la construcción
de los talleres mecánicos en este lugar por ser un punto intermedio entre los
puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz.
Es
por esto que alrededor de dichos talleres surgió el primer núcleo de población,
que se extendió a lo largo de la vía hacia el norte, en lo que anteriormente se
conoció como Rincón Antonio, actualmente Matías Romero Avendaño, es importante
saber que un 09 de Noviembre pero del año de 1906, marco el rumbo de nuestro
pueblo, ofreciéndonos un futuro próspero en manos del C. Emilio Pimentel,
Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, quien realizo
y manifestó mediante el Decreto número 6 en sus Artículos 1 y 2 lo siguiente:
Artículo
1°.- Con el nombre de “Matías Romero”, se erige en pueblo la Ranchería de
“Rincón Antonio Nuevo”, de la Municipalidad de Santa María Petapa, del Distrito
de Juchitán, Correspondiéndose en la Jurisdicción de la Nueva entidad municipal
la ranchería de “Rincón Antonio Viejo” y las agrupaciones denominada “Las
Flores”, “Guelavego”, “Septumi-Grande”, “Las Arenas”, “Paso Guayabo”, y
“Barrancones”.
Artículo
2°.- El ejecutivo dictara las medidas conducentes al cumplimiento del presente
decreto: Dado en el Salón de Sesiones del Congreso del Estado. Oaxaca de
Juárez, a 8 de Noviembre de 1906.
Interviniendo
en este decreto, C. Lauro M. Candiani.- Diputado Presidente, C. Luis M.
Saavedra.- Diputado Secretario y el C. Enríquez E. Vasconcelos.- Diputado
Secretario.
Matías
Romero Avendaño conserva en la actualidad algunos edificios de sus primeros
años, como la estación de ferrocarril y varias casas de campo de estilo inglés
conocidas como Los Blocks, la localidad fue elevada a categoría de ciudad el 3
de junio de 1950. De hecho su crecimiento se debió a la migración de personas
provenientes de otras partes de la región que se empleaban en el ferrocarril.
El gremio ferrocarrilero llegó a ser el más grande de la ciudad y se
construyeron un teatro, un hospital y una unidad deportiva, pertenecientes al
Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana.