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Oaxaca
(Antulio López).- Estamos iniciando un año electoral y es necesario que la
ciudadanía se encuentre, cada vez, más informada. La Fiscalía Especializada para la Atención de
Delitos Electorales (Fepade) implementa en este año, el Programa de Blindaje
Electoral, con el propósito de garantizar la legalidad y transparencia en las
elecciones federales y locales, además de supervisar que los recursos públicos
de los programas federales no sean utilizados con fines político-electorales.
Y
aunque en cada ciclo electoral, sea cada tres años o cada año, se habala mucho
de los delitos electorales; muchos desconocemos que son conductas descritas y
sancionadas por la Ley General en Materia de Delitos Electorales y que la
Fepade tiene una página especial donde los describe a detalle.
Por
ello, la fiscalía exhortó a los ciudadanos a que en caso de presenciar o tener
conocimiento de alguna práctica irregular antes, durante y después de los
comicios denuncien a través de la página de internet o directamente en las
instalaciones de la Fepade.
El
organismo detalla que cualquier persona, funcionarios electorales, funcionarios
partidistas, precandidatos, candidatos, servidores públicos, organizadores de
campañas y ministros de culto religioso pueden incurrir en delitos electorales.
Estos
son algunos ejemplos de delitos electorales; muy comunes y que se practican en
Oaxaca
Ninguna
persona puede recoger o comprar las credenciales.
Nadie
puede organizar una reunión o el transporte para llevar a votar por algún candidato
o partido.
Los
servidores públicos no pueden condicionar la prestación de un servicio público,
el cumplimiento de programas gubernamentales, el otorgamiento de concesiones,
permisos, licencias, autorizaciones, franquicias, exenciones o la realización
de obras públicas, a cambio del voto y respaldo a cierto candidato o partido
político.
Queda
prohibido que los servidores públicos coaccionen, induzcan o amenacen a sus subordinados
para que voten o se abstengan de votar.
Los
funcionarios electorales tienen prohibido alterar los resultados electorales,
sustraer o destruir boletas, documentos o materiales electorales.
Impedir
la instalación, apertura o clausura de una casilla, así como impedir, irrumpir
o alterar el escrutinio y cómputo, el traslado y entrega de los paquetes y
documentación electoral.
Los
ministros de culto religioso no deben inducir o presionar para que la gente
vote por un candidato o partido durante su acto religioso.
Se
considera una práctica delictiva que los diputados y senadores habiendo sido
electos a un cargo de elección popular no se presenten, sin causa justificada a
juicio de la Cámara, Asamblea Legislativa o Cabildo respectivo, a desempeñar el
cargo, dentro del plazo previsto para tal efecto en el ordenamiento jurídico
respectivo.
Por
supuesto, no son los únicos delitos electorales; sin embargo, son algunos de
los que se comenten con mayor regularidad en la entidad oaxaqueña y aunque, en
los últimos años han aumentado el número de denuncias y las sanciones
implementadas; lo cierto es que es de todos conocidos que los activistas
políticos reúnen a su gente el día de la elección y los llevan en bola a votar,
o bien, se sabe de jefes que llevan a todos sus subalternos a un mitín o
reunión política; peor aún , cuando se le paga al ciudadano por el voto y para
comprobar que votaron por el candidato o partido pactado, enseñan al “comprador”
una foto de su boleta electoral.
No
venda su voto, no venda su dignidad. Confíe en una propuesta política y si
llega a ganar, cuando sea autoridad, exíjale que cumpla con el pueblo y si no
lo hace, reúnase con su pueblo y sáquelo.
