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Juchitán (Norma Guzmán Sibaja).- “Hábleme en casteñano tío”; dijo uno de los trabajadores que tapaban las obras que se realizaban sobre la calle Belizario Domínguez, frente a la Casa de la Cultura y el Centro Escolar “Heliodoro Charis”, en Juchitán.
Un hombre mayor, vestido de manera sencilla, con sus huaraches de llanta y sombrero, de manera iracunda le reclamaba al trabajador la mala calidad de las obras y los problemas que “estas cochinadas” generan a los juchitecos, sobretodo, ahora con las lluvias.
Se presentó como comerciante y advirtió que observó cómo los trabajadores abrieron la calle José F. Gómez, continuación de la calle “5 de Septiembre”, destruyeron el pavimento, nunca metieron ningún tipo de tubería, luego taparon y dejaron la vialidad completamente destruida.
La respuesta del trabajador fu clara y llama “reclámele a su presidente tío, porque nosotros somos contratados por el estado. Estuvimos trabajando en la remodelación de la Casa de la Cultura. Los que trabajaron frente a la calle del banco fueron de Obras Públicas Municipales”.
El señor sólo frunció el ceño y habló en zapoteco. Más calmado, en su negocio, explicó que se rompió el pavimento y ahora la calle se convirtió en un chiquero, además de que los autos se descomponen al ir saltando tanto hoyo.
Lamentó que al ser fin del trienio, Mariano Santana López Santiago, Presidente Municipal de Juchitán, sólo busque justificar el desvío de recursos, destruyendo las calles pavimentadas con una seudo-obras, afectando a la población y dejando a Juchitán peor que como estaba hace 3 años.
Un hombre mayor, vestido de manera sencilla, con sus huaraches de llanta y sombrero, de manera iracunda le reclamaba al trabajador la mala calidad de las obras y los problemas que “estas cochinadas” generan a los juchitecos, sobretodo, ahora con las lluvias.
Se presentó como comerciante y advirtió que observó cómo los trabajadores abrieron la calle José F. Gómez, continuación de la calle “5 de Septiembre”, destruyeron el pavimento, nunca metieron ningún tipo de tubería, luego taparon y dejaron la vialidad completamente destruida.
La respuesta del trabajador fu clara y llama “reclámele a su presidente tío, porque nosotros somos contratados por el estado. Estuvimos trabajando en la remodelación de la Casa de la Cultura. Los que trabajaron frente a la calle del banco fueron de Obras Públicas Municipales”.
El señor sólo frunció el ceño y habló en zapoteco. Más calmado, en su negocio, explicó que se rompió el pavimento y ahora la calle se convirtió en un chiquero, además de que los autos se descomponen al ir saltando tanto hoyo.
Lamentó que al ser fin del trienio, Mariano Santana López Santiago, Presidente Municipal de Juchitán, sólo busque justificar el desvío de recursos, destruyendo las calles pavimentadas con una seudo-obras, afectando a la población y dejando a Juchitán peor que como estaba hace 3 años.