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Juchitán (Ana Ma. Sánchez).- La ola de
violencia y sangre que se ha maximizado en Juchitán, dejando como resultado más
de 35 personas asesinadas en este año; hace retomar la exigencia de la
desaparición de poderes en Juchitán y la entrada de la Gendarmería.
La
detención del comandante de la policía municipal, Valentín Hernández López, por
Agentes Estatales de Investigación, señalado de estar vinculado con el crimen
organizado en la zona, y dar protección a los sicarios para llevar a cabo las
ejecuciones; renovó la exigencia social a la destitución de Saúl Vicente como
alcalde de Juchitán.
Durante
estas acciones; también se detuvo a un sujetos conocido como el Chiquis, quien
se presume es el autor material de por lo menos 20 ejecuciones en los últimos
meses.
Para
algunos empresarios Juchitecos, la inseguridad ha rebasado los límites en
Juchitán, la autoridad municipal, en tanto, dijeron, se dedica a fiestas, velas
y actos políticos.
Afirmaron
que desde que Pedro Vásquez Colmenares fue Gobernador del estado, no se ha
exigido la desaparición de poderes; aunque, en aquellos años, los asesinatos no
tenían relación con el narco y el crimen organizados; sino con problemas
políticos y la lucha social.
