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Matías Romero (Norma
Guzmán Sibaja).-
Con mayor experiencia, porque son jefes que ya han trabajado en otras plazas;
trabajadores nuevos de COPPEL, jóvenes de Matías Romero y comunidades vecinas,
son víctimas de la estafa, intriga y maniobras de sus supervisores.
Temerosos de perder el trabajo o ser víctimas de
represalias, denunciaron que se pierden objetos y artículos constantemente,
algunos de estos de grandes dimensiones; como refrigeradores, una sala y una
cocineta, pero que los gerentes responsabilizaron del hecho a los trabajadores,
a quienes les están cobrando el costo de los muebles.
Así, también, contratan a cajeras sin experiencia y
con muy poca formación académica, a quienes les ofrecen poca o nula
capacitación, pues se convierten en víctimas fáciles de sus hurtos, y “mientras
la pobre cajera queda comprometida con cantidades de 3 mil a 7 mil pesos, los
gerentes se dan la buena vida”, comentaron.
Aseguraron que es importante que la empresa contrate
guardias de seguridad, para impedir la salida de los artículos, pues, aunque,
aceptaron hay gente que entra y roba calzado, prendas de ropa o artículos de
perfumería; sólo quienes tienen llave de bodega y del estacionamiento pueden
hurtar muebles de grandes tamaños.
