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Istmo
de Tehuantepec (Marcela Ceballos).- A
unos días del proceso electoral, la mayor parte de la ciudadanía manifiesta
indecisión sobre el voto, cansados de las promesas de campaña que son
incumplidas, la mayor parte del tiempo, por los políticos que asumen el poder.
“Todos prometen transparencia, trabajar
con el pueblo, castigar a sus antecesores por rateros y terminan siendo igual o
mucho peor”, explicó Carmen Regalado, comerciante de Ixtepec.
En este año fue mucho peor que en otros,
los políticos brincaron de un partido a otro, demostrando que sólo buscan
seguir acomodándose, seguir viviendo del erario público. En algunos casos, los
mismos de siempre, sólo que ahora dejaron el PRI para irse al PAN o al PRD,
dejaron el PRD para irse a MORENA o aceptaron encabezar planillas por partidos
desconocidos como el PSD, PUP y hasta PMR; explicó Juan Martínez, empleado de
una zapatería en Juchitán.
“Todos engañan, mienten, manipulan, son
rateros, vividores del pueblo, por eso están en la política. Si fueran honestos
y trabajadores no anduvieran matándose para conseguir un puesto”, consideró
Hilda Ríos, ama de casa de Ixtaltepec.
A la gente nadie le ayuda, todos tenemos
que trabajar para seguir adelante. No me importa que gane el PRI, MORENA, PRD o
PAN, que resultan más de lo mismo, “yo, si gana cualquiera de ellos, seguiré
viniendo aquí, todos los días, trabajando más de 10 horas, para poder ganarme
unos 200 pesos para llevar comida a mi casa, para pagar la luz que cada día
está más cara y los paguitos chiquitos de COPPEL y ELECTRA”, contestó un zapatero
de Tehuantepec.
Y aunque una gran cantidad de ciudadanos
se han identificado con candidatos y partidos políticos en el Istmo, lo cierto
es que la mayoría de las personas asistieron a los mítines y cierres de
campañas por algún beneficio obtenido. Los posibles votantes desde Salina Cruz
y hasta Matías Romero manifiestan descontento con los partidos políticos, hartazgo
con la corrupción que impera, que son los mismos de siempre, desconfianza en el
proceso electoral, no les importa la votación
y hasta quienes aseguran, que no sirve de nada votar.
