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En esta edición transcribiré una carta pública de quienes se han autodenominado “Adherentes de la otra Campaña”, y que describen que el arribo al poder del actual régimen político en el estado, oséase el de GABINO CUE, fue producto de la rebeldía natural de un pueblo que a través de la movilización social, demostró el total hartazgo a los múltiples atropellos, robo, tiranía, corrupción, saqueo, marginación y olvido de los malos gobiernos hacia la gran mayoría de la población, integrados ahí, no sólo ULISES RUIZ y JOSÉ MURAT, sino también los ahora panistas DIÓDORO CARRASCO y PEDRO VÁSQUEZ COLMENARES.Si en el 2006 muchos personajes de la vida política y empresarial “hacían changuitos” para que la tiranía cayera y lanzaban vivas a la sección 22 y a la APPO, para que salieran victoriosos, porque entonces las movilizaciones los favorecían, hoy muchos de ellos pretenden apagarlas con el fuego del dragón.
La integración de OSCAR CRUZ, EMILIO DE GYVES, SALOMON JARA, CARLOS ALTAMIRANO, BERNARDO VÁSQUEZ, CONNY RUEDA, FRANCISCO MELO y muchos otros que son funcionarios del “GOBIERNO DEL CAMBIO”, pero que sin obedecer a una sola línea política, han dado como consecuencia una administración sin rumbo, porque desde la misma, están a la orden del día: los ajustes de cuentas y los golpes bajos para fortalecer a uno u otro grupo político.
En fin, la existencia de ideologías encontradas e irreconciliables ha puesto en evidencia que no existe para Oaxaca, un proyecto político de gobierno claro.
Pero lo que es peor, algunos funcionarios trabajan para favorecer sus intereses personales; no se nos han olvidado los millones de pesos que aún siguen desaparecidos por el “mago de la política”, SALOMÓN JARA.
Pero como él, muchos otros que han olvidado principios y valores a cambio de su comodidad, y aun ocupando espacios de gobierno fuera del estado siguen manifestando su infinita soberbia y desprecio hacia el pueblo que dicen servir, como ocurrió con DIÓDORO CARRASCO cuando fue SECRETARIO DE GOBERNACIÓN en el sexenio de ERNESTO ZEDILLO.
Queda claro entonces que esto no es un GOBIERNO DEL CAMBIO porque los funcionarios nuevos y reciclados no saben cómo atragantarse el pastel, salpicando migajas para ver quien las recoge a cambio de sumisión y entreguismo.
Dada la cercanía del proceso electoral los funcionarios acuden presurosos a las diferentes regiones del estado según sea su color y posición electorera, utilizando así el poder político y los recursos económicos del estado para beneficios mezquinos que no representan los intereses de las mayorías, este abandono y desinterés da como resultado que los problemas comunitarios sean cada día más graves y por lógica más difíciles de resolver.
Las audiencias públicas han representado una farsa más hacia el pueblo, porque se hacen compromisos que parecen reales pues de por medio esta la “palabra empeñada del ejecutivo estatal” pero cuando se llega a quienes tienen que ejecutar las acciones, en muchos casos les importa un comino cumplir, total no se está en la misma línea política de quien firmó ese compromiso.
Mientras el gabinete de primer nivel recorre el estado tratando de hacer ver el “rostro humanista” de este gobierno, en la capital, las movilizaciones son del diario, como una forma de encontrar solución las demandas más sentidas, mismas que son atendidas en la mayoría de los casos por funcionarios sin capacidad de resolución pero eso si especialistas en llevar los asuntos planteados a la carpeta del olvido, donde se llenan de polvo y de la inmundicia de la soberbia.
Hoy jerarcas religiosos, poderosos empresarios ligados a las trasnacionales, acaudalados comerciantes gritan a los cuatro vientos: …PAREN LAS MARCHAS… ESTAN AFECTANDO A TERCEROS…APLIQUEN TODO EL PESO DE LA LEY…pero por abajo acuerdan la exoneración de quienes saquearon a nuestro pueblo, porque para ellos es más delito ejercer el derecho a la libre manifestación, que matar, reprimir, saquear.
Entonces ¿con quién quieren el pacto de gobernabilidad? Con el pueblo o con los grupos de poder.
Seguros estamos que más temprano que tarde, los pueblos definirán el rumbo que queremos y no serán más, las clases privilegiadas, quienes decidan por nosotros: YA BASTA.
