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Matías
Romero (Norma Guzmán Sibaja).- Con el lema “Las
balas no van al cielo, los niños sí!” la comunidad de Matías Romero y Santa
María Petapa manifiesta su inconformidad ante el lamentable fallecimiento de la
niña, Vivian Michel López Guzmán, víctima de una bala perdida que le atravesó
el cerebro el pasado 31 de Diciembre, cuando se encontraba jugando en el patio
de su casa.
Las campañas de canje de armas no han sido suficientes
para detener el uso de estos artefactos, al contrario, pareciera que, en el
último año, es muy común y frecuente, que gran parte de la población porte
armas de fuego.
La Secretaria de la Defensa Nacional y los cuerpos
de seguridad destacamentados en la zona, no han impulsado una campaña de
desarme desde hace más de 5 años; también se desconoce si el uso y portación de
estos artefactos se maneja de manera lícita.
En un mensaje a la población, sobre el caso de
quienes disparan al aire, es que cuando se dispara una bala al cielo, esta no
se va al infinito, baja con más fuerza y mata.
Los casos de familias que han reportado que ojivas
perforan sus techos de lámina son cada vez más comunes en Matías Romero. Lo
mismo que escuchar descargas completas de arma de fuego y el saber que
personas, en estado de ebriedad o por sentirse “muy machos” les da por tirar al
cielo, a veces como una forma de expresar el júbilo, otras sólo para
fanfarronear.
Lamentablemente, las balas matan, y lo triste de
esta situación es que una bala perdida le haya quitado la vida a una inocente menor.
¿Cuántas vidas más podrán cobrar estas balas al aire para que nuestras
autoridades actúen?
Expertos han señalado que lanzar balas al aire es potencialmente
fatal y muy a menudo redunda en la muerte de transeúntes u observadores. Estas balas suben
a gran altura cuando se las dispara, Pero lo que uno
ignora es dónde van a ir a parar. Siempre hay una posibilidad de que causen
grave perjuicio o muerte.
Los estudios indican que, aunque la velocidad de
una bala que cae es más baja que la de una que acaba de ser disparada, es
todavía suficientemente rápida como para ser fatal. Hay que mostrar
responsabilidad y como lo afirmara el padre de la pequeña Vivian en Matías Romero,
hay que investigar quien detona las armas y dar una sanción ejemplar para que
esto no vuelva a suceder.