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Oaxaca
(Fausto Rey Sánchez).- En el marco de la construcción de cosas buenas para la
ciudad de Oaxaca implementada por la administración de Javier Villacaña
Jiménez, el andador semipeatonal Cruz de Piedra - Carmen Alto, representa la
cohesión armónica entre la arquitectura moderna con respeto a la colonial,
priorizando el desarrollo de la vida del ciudadano en sus calles.
Dicho
proyecto de intervención urbana de poco más de 600 metros lineales que
comprende las calles de García Vigil y Macedonio Alcalá en la primera etapa
transformó dos vialidades al servicio del automóvil en un circuito
semipeatonalizado que privilegia al peatón sobre el uso del automóvil.
El
circuito comprende las calle García Vigil entre Allende y Cosijopí, así como la
calle de Macedonio Alcalá, entre Berriozábal y Xólotl, centro histórico.
García
Vigil y Macedonio Alcalá son calles de carácter primario que conectan de norte
a sur el zócalo y la Alameda de León con dos de los barrios más antiguos de
Centro Histórico: Xochimilco y Jalatlaco.
Con
base al Plan Parcial de Conservación del Centro Histórico de la ciudad capital,
el Municipio de Oaxaca de Juárez a través de la Secretaría de Desarrollo
Urbano, Ecología y Obras Públicas optó por suprimir el estacionamiento en vía
pública para brindar espacio a la bicicleta y permitir a las personas con
discapacidad redescubrir su ciudad de manera segura y cómoda.
Técnicamente,
el andador semipeatonal Cruz de Piedra - Carmen Alto comunica armónicamente a
dos de los barrios de origen indígena más antiguos de la ciudad con el corazón
administrativo, religioso y cultural, el Centro Histórico, priorizando al
peatón y a los distintos grupos vulnerables.
Garantía
de éxito entre lo moderno con el bien del Patrimonio Mundial, en la
construcción del andador se ampliaron las aceras peatonales suprimiendo el
estacionamiento en vía pública, se integraron rampas en abanico y una línea
táctil a lo largo del recorrido para uso de ciegos y débiles visuales.
Cuenta
con un carril exclusivo para ciudadanos que gustan de transitar en bicicleta,
como parte de la construcción de una red urbana de comunicación de ciclistas.
En
el proceso de conservación de estas dos de las calles más transitadas de para
la ciudadanía, se generaron reacciones de todo tipo, sin embargo, al finalizar
las obras fueron aceptadas dado que se mejoró su imagen y generó beneficios
para los vecinos.
El Andador
Semipeatonal, se convierte en un espacio más para el disfrute de ciudadanos y
visitantes, una nueva alternativa para la sana convivencia, que además permite
el rescate y aprovechamiento de la belleza arquitectónica y colonial de la
ciudad.