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Oaxaca (Boletín).-
El
Defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Arturo Peimbert Calvo,
condenó hoy el asesinato de la periodista Miroslava Breach, en Chihuahua, que
observó como parte de un aumento en la violencia contra las y los comunicadores
en el país y que también se hace presente de manera clara en el estado de
Oaxaca.
Peimbert Calvo
externó su consternación por el asesinato de la comunicadora, que se suma a los
homicidios de Cecilio Pineda y Ricardo Monlui Cabrera, en Guerrero y Veracruz,
ocurridos en días recientes, y precisó que en Oaxaca, este año la Defensoría
registró 32 agravios contra 19 comunicadoras y comunicadores, cuando durante
los tres primeros meses de 2016 sumaron 22 agravios.
Subrayó que es
obligación del Estado garantizar el ejercicio libre y seguro del periodismo,
por lo que llamó a los gobiernos estatal y federal a establecer, de manera
urgente, medidas efectivas para la protección de quienes se dedican a ese
oficio.
“La primera
medida de protección para las y los periodistas es acabar con la impunidad” en
la que prevalecen los ataques en su contra, externó, por lo que llamó a las
autoridades a realizar de manera diligente las investigaciones sobre los
homicidios de Miroslava Breach, Cecilio Pineda y Ricardo Monlui, así como del
resto de agravios contra periodistas, tanto en Oaxaca como en el resto del
país.
Peimbert Calvo
agregó que en 2016, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca
registró 208 agresiones a periodistas y medios de comunicación, en los que se
incluye el homicidio de seis periodistas, que se sumaron a los cuatro cometidos
el año anterior.
El ombudsman
de Oaxaca recordó cifras de la organización internacional Article 19, según las
cuales, del año 2000 a la fecha, han sido asesinados en México 122 periodistas,
y únicamente el cinco por ciento de estos homicidios ha sido resuelto.
“La agresión a
quien ejerce el oficio de la comunicación no es un simple atentado contra una
persona, sino una agresión al colectivo, a las muchas personas que le requieren
para conocer de su entorno y con base en ello tomar decisiones y actuar en
ejercicio de sus derechos; la agresión a la o el periodista es un agravio
contra los derechos del resto de la sociedad”, advirtió Peimbert Calvo.