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Matías
Romero (Norma Guzmán Sibaja).- ¿Dónde está la imagen de Juárez en un México
que llora ante la desesperanza, porque la clase política se ha corrompido y se
dispensa con la cuchara grande? Fue parte del discurso oficial que se escuchó
en la escuela primaria “Benito Juárez de Matías Romero, durante la
conmemoración del natalicio del llamado “Benemérito de las Américas”.
Correspondió
a la profesora, Angy Rosaura Pereira Ramos dar el discurso oficial, ante 21
escoltas que participaron en la concentración cívica de Matías Romero para
conmemorar el natalicio de Don Benito Juárez García.
La
profesora se refirió al nacimiento, vida y trayectoria de quien llamó un indio
de sangre pura que habría que dirigir el pensamiento de todos los mexicanos.
Describió
a Juárez como una figura universal que está vivo en nuestra consciencia social.
Fe y guía para los pueblos que sufren en manos de los tiranos.
La
profesora dijo que Benito Juárez fue un hombre innovador, hizo de México un
país de leyes. Porque mostró que los cambios verdaderos por la vía del derecho
a través de la justicia y democracia.
Sin
embargo, resaltó, hoy México llora y la desesperanza se adueña de su gente a
causa de la corrupción existente, a causa también del desatino de sus
gobernantes.
Y
agregó, donde hoy, narcotráfico y política son las actividades económicas más
remunerativas y más corruptas en México, nos viene a la memoria la imagen
incorruptible de Juárez.
Sentenció
que los legisladores y representantes populares han olvidado los preceptos Juaristas.
Ahora, se despachan con la cuchara grande, haciendo de la política su modus
vivendi.
Juárez
hizo un México comentado en la libertad y consagró la voluntad popular como la
base de su gobierno.
Sin
embargo, añadió, ahora la frivolidad se apodera de nuestras autoridades cuánta
falta le hace a mi México una generación de hombres y mujeres de la talla de
tan singular personaje.
Pues
en los últimos 40 años el proceso legislativo en México se ha viciado,
obteniendo sueldos y prestaciones totalmente desproporcionados y asignados,
arbitrariamente por ellos mismos.
¿Dónde
está Juárez? Se cuestionó, al señalar que la delincuencia organizada y la
política son de la misma naturaleza, íntimamente ligadas entre sí.
Señoras
y señores, resalto, nos han acostumbrado a la mentira, a la simulación, a
prácticas de corrupción que el mismo sistema instituyó y a ver con
normalidad
el enriquecimiento injustificable de muchos de los miembros de la clase
política.
En
la actualidad, dijo, se le rinde pleitesía al poderoso, sin importar su calidad
moral ni el origen de su poder o riqueza. Estamos muy lejos de alcanzar el
ideal juarista, para homenajear a Juárez hay que transformar la ideología de la
sociedad.