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Matías Romero (Dr. Alejandro Flores).- El golpe de calor
es un desajuste en “el termostato” del cuerpo, produciendo que se eleve la temperatura
del cuerpo a más de 40 grados, debido a la exposición prolongada al sol o
someterse a un espacio cerrado de muy altas temperaturas, superando los
mecanismos de regulación de temperatura, como son el sudor.
El golpe de calor requiere tratamiento
de urgencia. El golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro,
el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa
el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la
muerte.
Esta
afección es más frecuente en los meses de verano, por lo que se recomienda a la
población:
No
exponerse a largas horas bajo el sol, sobretodo de 10:30 de la mañana a 4:30 de
la tarde.
Usar
ropa ligera y de colores claros, de preferencia de algodón.
Evitar
las bebidas embriagantes y las comidas copiosas.
Mantenerse
hidratados y en lugares frescos.
Nunca
dejar a los niños, personas adultas mayores o mascotas al interior del
vehículo, estacionado, mientras bajas a hacer unas compras o algún
procedimiento.
Los
primeros síntomas del Golpe de calor son: desorientación, confusión mental,
fiebre que puede llegar a 40 grados, enrojecimiento y sequedad de la piel,
respiración y presión cardiaca aceleradas e incluso pérdida de conocimiento. Una
bajada del nivel de consciencia, convulsiones, temperatura alta o piel muy
caliente y seca son señales de quien sufre un golpe de calor, y hay que actuar
de inmediato, pedir asistencia médica para evitar la muerte de la persona. El
golpe de calor produce la muerte.
