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**“Frank” se llevó nuestro patrimonioJuchitán. (Koral Carrasquedo Antonio).- Más de 500 personas se encuentran en los albergues habilitados en Juchitán después del embate de la tormenta tropical “Frank”, la madrugada del martes.
La calle José F. Gómez, ubicada a menos de 6 cuadras del centro de Juchitán, fue una de las más afectadas. Más de 20 familia salieron atemorizadas cuando sus casas se anegaron por el agua de lluvia.
La señora María Cruz López, afectada de la calle José F. Gómez en la Quinta Sección, narra los hechos de la madrugada del martes y los daños que la inundación provocó a su vivienda.
Con lágrimas en los ojos y el corazón destrozado, dijo estar muy triste pues el patrimonio que tantos años de sacrificio les costó formar; en unos instantes se vino abajo.
En una charla, mientras observábamos las actividades que se realizaban en el albergue improvisado del salón “Pancho León” en el Palacio Municipal; Doña María comentó que era como la una de la mañana, cuando el agua del rio comenzó a entrar en su domicilio.
Aún se percibe en su voz la desesperación que sintió en esos momentos, cuando mencionó que, de inmediato, llamó a los vecinos para que la ayudaran, pues en su domicilio son cuatro personas; su suegra de 65 años y dos menores hijos de 8 y 7 años.
“No nos importó nada”, dijo al hablar de sus pertenencias… sólo salió de su casa con su familia para trasladarse al centro de la ciudad donde ya se comenzaba a formar un albergue temporal.
Comentó que el desalojo de los vecinos y habitantes de la Quinta Sección fue inmediata, la lluvia era muy fuerte y la mujeres solo pensaban en su familia. Al llegar al albergue, las autoridades les ofrecieron unas colchonetas para dormir, alimento y medicinas.
En el salón “Pancho León” hay albergadas alrededor de 150 personas, algunas ya están regresando a sus casas a lavar y rescatar lo poco que les queda. Pero hay familias como el caso de Doña María, que lo han perdido todo.
“Años de sacrificio, de trabajo, de construir un hogar y tener lo necesario para una vida digna…todo se lo llevó el agua” expresa con lágrimas en los ojos y voz entrecortada, mientras abraza a uno de sus pequeños hijos.
La mayoría de los damnificados perdieron su patrimonio. En el albergue se les ve sonrientes, pero su mueca es falsa; saben que tendrán que esperar, toda una vida, para volver a juntar lo que “Frank” se llevó.
